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viernes, 19 de febrero de 2016

¡Vamos a la paya! | Au pair mexicana.

Seguimos con la semana 5.

Sin internet, que triste es la vida, sin internet que triste el amor, yo les vengo a cantar esta bonita canción. 

Lo admito, nadie dijo que fuera una gran poeta jaja pero es que con mi dramatismo podrán imaginarme amanecer con cara de perrito regañado, viendo al horizonte en mi ventana, con mi pijama de Hello Kitty y cantando ese bonito poema que les acabo de escribir. Lo sé, llámenme "Drama Queen", no podía escribir en el blog y había tantas chicas que me escribían comentarios de que porqué estaba tardando tanto en subir entradas, que había abandonado el blog (aunque lo cierto es que no ha habido una sola semana en que no escriba por lo menos una entrada), y yo sin poder decirles que no tenía internet, así que decidí tomarle el lado bueno a la situación y dije; ¿por qué no? vámonos a correr a la playa.

El día anterior, en el meeting de la chocolatería, el chico que conocí me contó que le encantaba ir a correr cerca de la playa que hay en donde vivimos, y lo cierto es que yo solo la había visto una vez, de lejos, en coche... (*inserte sonido de grillos cri cri cri*). Prácticamente eso no contaba como conocerla, así que me puse a revisar en los mapas del celular qué camino tomar para irme a correr por allá. Fue súper mega genial, el camino era tan bonito, lleno de árboles y con muy pocos coches, cuando llevaba cerca de 2 km corriendo, me encontré con un puente muy bonito.



Después seguí corriendo y me sentía un poco perdida, así que me puse a ver de nuevo en los mapas (ya sabes, ándale, gástate tus datos del móvil jajaja) y vi que iba bien, pero pronto debería tomar una calle hacia la derecha para llegar a la playa, seguí corriendo y ya llevaba 3 km, tomé la calle que tenía pendiente y empecé a bajar, vi a otras personas corriendo y debo decir que todos son muy amables, siempre te saludan aunque no te conozcan, aunque esa característica debo presumir que se la he visto a todos los runners, tanto aquí como en mi país, creo que ver corriendo a alguien cuando tú también lo estás haciendo, es como si creara un lazo y te sintieras amigo de la otra persona, sé que suena un poco raro, pero si un día lo intentan verán a lo que me refiero :)

Cuando de pronto vislumbré la arena y el día era muy hermoso, el sol estaba radiante y te llenaba de energía, me quedé con los ojos muy abiertos cuando vi esto...



¡Que lugar tan más bonito! y pensar que yo vivía aquí, y que podía llegar corriendo a este lugar me hizo muy feliz, así que ya saben, como no puede faltar me tomé la clásica selfie.


Me senté en la arena y me puse a admirar el bonito paisaje, hacía un poco de aire frío, pero la vista era muy bonita, había algunas personas cerca y seguramente se me quedaron viendo raro por andar tomando tantas fotos y vídeos, pero vamos que si fue así yo ni me di cuenta, solo quería disfrutar de ese día tan bonito :)




Después de haber tomado mil y un fotos regresé corriendo y me di cuenta que había otro tramo de playa, pero para llegar ahí debía tomar otra calle, así que seguí y seguí corriendo y llegue a una calle sin salida, esa calle estaba rodeada por casas mega impresionantes, si yo creía que vivía en una casa grande y muy bonita, le quedaba como calcetín a las casas que estaban viendo mis ojos en ese momento. Me di cuenta que ese tramo de playa era exclusivo para esas casas, la única forma de acceder a ese tramo de playa era entrando por los accesos de las casas, me metí rápido en un acceso súper grande para tomar una foto, aquí pueden ver como ese camino de tierra  es el acceso para los coches a esa casa (a la cual no le tomé foto) y esa es la vista que tienen esas casas y el acceso exclusivo de playa ¡vaaaaya! no puedo imaginarme cuánto ha de costar vivir ahí, tener tu propio pedacito de playa.



Me regresé corriendo a casa toda feliz de haber visto la playa y haber pasado una nueva aventura...


En total recorrí cerca de 7 km, llegué a casa, me di un buen baño, comí porque moría de hambre y después era momento de ir por las niñas. Ese día el host dad llegó temprano y estuvo jugando un rato con las niñas, cuando de pronto empezamos a escuchar el sonido de una sirena, yo me espanté, y me preguntaba a mí misma qué podía haber sucedido, sonaba como sirena de bomberos, y efectivamente así era, un camión de bomberos estaba ingresando a la calle donde vivíamos.... ¿qué estaba sucediendo? (continuará)

Muchas gracias por leer una entrada más, estoy muy contenta de poder escribir por segundo día seguido, ya que ¡¡seguiremos con esta explosión de entradas!!, y quizá, posiblemente (*guiño guiño*) haya otra entrada esta tarde.

Con amor y explosividad,

Eli.

5 comentarios:

  1. Si si si otra entrada más :). Estuvo super esta. Yo vivire cerca a un lago súper súper grande (lago de Míchigan) parece el mar y hasta en Glencoe hay playa 🙈

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. hola!

    me gusta mucho tu blog :) he decidido ser au pair, tambien soy mexicana, ya estoy en proceso, aun no dan mi perfil de alta, a veces me desespero, pero se que debo tener paciencia en todo el proceso

    esperamos otra entrada pronto de tus aventuras, saludos :)

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  4. ¿Cómo es posible que tengas ese paraíso tan cerca y que no hayas ido antes? Que belleza!
    Tenes una actitud muy positiva siempre, sos un gran ejemplo para futuras au pairs :)

    Gracias por compartir tus historias y espero que esta racha de entradas seguidas no se corte jaja

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  5. Continuará... Noooo jaja sube pronto y porque no subes un vídeo a YouTube de room tour o room house? Pleasee jaja , bye suerte

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